Los argumentos o conceptos que podemos explicar a los demàs se posan mucho mejor en la memoria profunda. Ser protagonistas es el motor del aprendizaje. Aprender contenidos disciplinares es un instrumento para aprender a vivir con los otros. Trabajar en grupo significa desarrollar habilidades sociales,fundamentales en la vida. Saber comunicar es un arte que se aprende toda la vida. Estos son algunos de los objetivos esenciales prejijados en el proyecto del “Fibonacci day”, gestionado y organizado por los chicos del segundo curso del instituto para los alumnos de tercero de secundaria ,ha necesitado mucha colaboraciòn,creatividad,competencia disciplinar y comunicativa: el resultado ha sido sorprendente,porque se han divertido e interesado a varios aspectos de Fibonacci. Durante el recorrido algunos puntos de reflexiòn metacognitiva han acompaňado el viaje,porque aprender a aprender necesita tambièn una reflexiòn crìtica sobre nosotros,sobre las actividades,sobre la manera que tenemos de aprender.¿ Quièn habrìa dicho que estudiar Fibonacci fuera tan divertido,interesante y sorprendente?. A veces ciertas secuencias de nùmeros,en un halo de misterio en el que vivimos,llenan el alma de estupor y abren la mente a la “belleza”. Solo viviendo estos momentos podemos vivir “el encanto de la pregunta”. Inspirar preguntas con encanto,puede ser la misiòn màs importante de un enseňante,tambièn de matemàticas.